Hola, comparto con ustedes una serie de textos enviados por nuestro amigo P. Gilberto Quesada Mora quien amablemente me envío aportes para continuar constuyendo este pequeño espacio de discusión. de eso se trata el Ágora...
De antemano Gilberto muchas gracias por contar con este espacio y permitirme publicar tus artículos.
Gino
En un libro que leí venía la anécdota sobre una pregunta que le hicieron a un gran líder espiritual acerca de cuál era la mejor espiritualidad: el responde “Aquella que te haga más persona”
No es posible seguir viviendo bajo los parámetros dicotómicos del sistema patriarcal: blanco y negro, bueno y malo, salvación condenación, normal y anormal, hombre y mujer, etc.
Esta división arbitraria solamente a conseguido colocar a unas personas en lugares privilegiados a la vez que unos seres humanos dentro del sistema expulsan a quienes no son considerados personas (indígenas, negros, enfermos, anormales, gitanos, mujeres,), o en su defecto colocar seres humanos en contextos donde nunca se sintieron ni se sentirán cómodos, pues han tenido que vivir y siguen viviendo en un ambiente antinatural.
Hacer que personas vivan sintiéndose como heterosexuales, cuando su naturaleza es otra, es como mantener aves en cautiverio
Estamos asistiendo a un momento sublime, donde cada persona tendrá el derecho de llamarse a sí mismo y comprenderse desde su sexualidad y no desde la sexualidad dicotómica que dicta el sistema.
Este es el paso a una nueva generación humana, una humanidad diversa, con muchos colores, sabores y olores, sin que ninguno sea el oficial y por eso ocupe un lugar preponderante y sirva para señalar de forma peyorativa y excluir otras expresiones, más bien todos forman la oficialidad que ahora será multifacético.
Hoy día ya no es un hecho normal llamarme heterosexual, si este título responde a cumplir los parámetros del sistema, tenemos todo el derecho a utilizar el nombre al que yo respondo con autenticidad y no al que la sociedad me empuja. Suena doloroso lo un muchacho me dijo hace algunos días: es tan grande la necesidad que tengo de estudiar en el seminario, que soy capaz de autollamarme heterosexual, para que me acepten y algún día cuando termine mis estudios volveré a mi identidad real”
Este hecho sueña aterrador, tenemos una humanidad fingiendo su personalidad para poder “caber” en el sistema, hasta cuado las vamos a seguir exigiendo esto o hasta cuando vamos a seguir permitiendo esto, o por el contrario cuando vamos a permitir las instituciones que la gente que acompañamos sea, lo que realmente es, y no lo que nosotros queremos que sea.
Este es un asunto de violación directa de los derechos humanos de las personas
No solo debemos instar a las personas a reconocerse en su respectiva sexualidad, sino que deberíamos crear espacios técnicos que posibiliten a las personas descubrir técnica y espiritualmente su naturaleza sexual.
Pastor Gilberto Quesada Mora
Iglesia Luterana Costarricense.
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