Este articulo causo bastante revuelo en los lectores de unos los mas difundidos diarios de la ciudad prueba de ello son las numerosas opiniones dejadas en la web donde esta publicado; pero es que a mucha gente le molesta que tengamos espacios de reflexión, y desarrollo espiritual, en especial si se trata de temas religiosos, y sobretodo católicos.
Hace rato se que existe esta eucaristía, pero no he tenido la oportunidad de asistir ya que trabajo los domingos y cuando descanso tengo muchas cosas que hacer ya sea en casa, o visitar a mi familia. Tan pronto asista les cuento mi impresión. En mi opinión personal, soy católico pero no estoy de acuerdo con la discriminación que la iglesia hace, en especial gracias a los comentarios realizados por el Papa Benedicto XXIV quien se muestra poco a favor de aceptar la comunidad LGBT dentro de la iglesia católica. La verdad cuando asisto a misa con Fercho es mas una búsqueda e interiorización personal de la fe y de nuestras creencias que una manifestación de fe pública que muestre nuestra relación, porque si se llega a dar cuenta alguien en la iglesia de nuestra condición seguro nos ganamos el infierno por el sacrilegio que hacemos de ir juntos como pareja y darnos el abrazo de la paz con mucho cariño... jejejeje.. me río de solo imaginarme a las viejitas mojigatas hablando a nuestras espaldas o poniendo la queja al cura...
Espero de verdad que la iglesia algún día muy cercano cambie y nos acepte como parte de la naturaleza que Dios ha creado, aunque se que Él nos acepta desde el primer día que existimos.
Gino
Espero de verdad que la iglesia algún día muy cercano cambie y nos acepte como parte de la naturaleza que Dios ha creado, aunque se que Él nos acepta desde el primer día que existimos.
Gino
Por Santiago Cruz, reportero de El País.
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El sacerdote toma el cáliz, lo pasa a todo el grupo. Camina en círculo y la mayoría de las 20 personas que están en la Iglesia Fraternidad Eucarística de Jesús, grupo Universo Diverso, beben del vino. Es el último domingo de marzo. Se celebra la Pascua. Afuera, en Cali, el cielo termina de escurrir un aguacero a cántaros. El grupo sigue rezando, de pie y en silencio. Todos comparten una misma condición: son homosexuales.
Francisco* es uno de los miembros de esta comunidad religiosa que se declara “católica, apostólica más no romana”. La razón: no aceptan las condenas de la iglesia cristiana y de la iglesia católica contra la homosexualidad. Francisco dice que en otro país la situación es a otro precio. Enseguida aclara: “Es que viví en Europa y allá ser de otra condición sexual no es mal visto. En Colombia, en cambio, se maneja una doble moral”. Lo dijo momentos previos a la misa. Ahora, como todos, reza
Francisco es profesor, tiene 48 años y hace uno participa en la liturgia que cada quince días celebra esta iglesia LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) en la Calle 8 No. 39-120, del barrio Los Cámbulos.
Camila*, otra de las participantes, dijo que al llegar a la Fraternidad se sorprendió. Jamás iba a una misa. Detesta las religiones, las condenas. Pero desde que la llevaron se quedó. Es lesbiana. A los 19 años, cuando tuvo su primera experiencia íntima con una mujer, se dio cuenta de su condición sexual. Empezó una nueva vida. Ahora, asiste sagradamente a la liturgia.
Antes de la ceremonia para comulgar, el sacerdote Raúl Ruiz Echeverry apagó las luces del recinto. Sólo quedó una vela encendida. Era el momento de reflexionar, “de entregar a Dios los malos actos”. Oraban, sólo se escuchaba su voz y una frase que recalca siempre: “Dios es amor”.
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El momento de la creación.
Días antes, en su apartamento en el barrio Miraflores, explicó cómo surgió esta iglesia que cumple dos años de labores en la ciudad. “La idea se dio después de que un grupo de amigos LGBT me llamó para celebrar encuentros espirituales. Eran personas que, como yo, no aceptamos las condenas de la Iglesia. Es que Dios es amor. Los actos sexuales entre personas del mismo sexo no son buenos ni malos. Jesús estableció sólo dos principios de moralidad: ambos involucran la existencia del amor, nada más. Entonces, creamos Universo Diverso. Aceptamos a todos: gays, lesbianas. No condenamos ni juzgamos a nadie, creemos que la salvación es para todos”.
El 24 de septiembre del 2005 la iglesia abrió sus puertas. Raúl es coordinador y sacerdote. Pertenece a la Fraternidad Eucarística de Jesús, un grupo de padres católicos independientes. También es ingeniero industrial y administrador de empresas.
La liturgia continúa. Se dan el saludo de la paz. Aquí, en vez de un estrechón de manos, se abrazan y se dan besos en la mejilla. Es natural.
Sergio* es otro de los miembros. Es contador, tiene 43 años y su homosexualidad la descubrió hace apenas tres. “Siempre sospeché, pero prefería mantenerme ocupado. No quería aceptarme”, confiesa. Jamás tuvo una relación sentimental. Sólo ahora está empezando una. Va despacio. “Antes ni se me pasaba por la cabeza hablar de estos temas. Ahora, gracias a Universo Diverso, he aprendido a aceptarme. Me siento livianito”.
A todos les pasa algo parecido. Se sienten en familia, de la misma sangre. Además de compartir la misa, ven películas y organizan paseos y fiestas.
El culto realizado en esta iglesia es similar al católico. Sólo que antes de iniciar el sermón se reunen en grupos y leen la Biblia. También se hacen bautizos y bendiciones a parejas (no matrimonios por la Ley) y las mujeres pueden llegar a ser sacerdotisas.
“Es que lo que se pretende es la reivindicación del hombre. Que en el amor de Dios, tanto gays como lesbianas, encuentren una vida digna. Por que si dos personas del mismo sexo se aman y crecen como personas, ¿qué problema hay?” Las palabras son de Carlos*, filósofo y miembro de la comunidad desde sus inicios.
Contra las condenas de la Biblia en torno a la homosexualidad, argumenta que Cristo jamás hizo mención al tema y dejó una sola ley para vivir: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado. Lo importante es que haya amor, nada más”, sentencia.
Universo Diverso no sólo hace liturgias. También trabaja con la comunidad LGBT que está en condición de prostitución. Quiere ofrecer alternativas de trabajo y asistencia espiritual. Otro trabajo es con las víctimas de la homofobia en Cali ya que en lo corrido de los últimos dos años, según la Fundación Santa María, se han presentado trece asesinatos de transexuales y 27 intentos de homicidio.
Son las siete de la noche y el padre Raúl da la bendición. En Universo Diverso termina la liturgia. Hombres con hombres salen tomados de las manos. Afuera se sueltan. No quieren dar de qué hablar. Es una regla de conducta entre ellos.
Días antes, en su apartamento en el barrio Miraflores, explicó cómo surgió esta iglesia que cumple dos años de labores en la ciudad. “La idea se dio después de que un grupo de amigos LGBT me llamó para celebrar encuentros espirituales. Eran personas que, como yo, no aceptamos las condenas de la Iglesia. Es que Dios es amor. Los actos sexuales entre personas del mismo sexo no son buenos ni malos. Jesús estableció sólo dos principios de moralidad: ambos involucran la existencia del amor, nada más. Entonces, creamos Universo Diverso. Aceptamos a todos: gays, lesbianas. No condenamos ni juzgamos a nadie, creemos que la salvación es para todos”.
El 24 de septiembre del 2005 la iglesia abrió sus puertas. Raúl es coordinador y sacerdote. Pertenece a la Fraternidad Eucarística de Jesús, un grupo de padres católicos independientes. También es ingeniero industrial y administrador de empresas.
La liturgia continúa. Se dan el saludo de la paz. Aquí, en vez de un estrechón de manos, se abrazan y se dan besos en la mejilla. Es natural.
Sergio* es otro de los miembros. Es contador, tiene 43 años y su homosexualidad la descubrió hace apenas tres. “Siempre sospeché, pero prefería mantenerme ocupado. No quería aceptarme”, confiesa. Jamás tuvo una relación sentimental. Sólo ahora está empezando una. Va despacio. “Antes ni se me pasaba por la cabeza hablar de estos temas. Ahora, gracias a Universo Diverso, he aprendido a aceptarme. Me siento livianito”.
A todos les pasa algo parecido. Se sienten en familia, de la misma sangre. Además de compartir la misa, ven películas y organizan paseos y fiestas.
El culto realizado en esta iglesia es similar al católico. Sólo que antes de iniciar el sermón se reunen en grupos y leen la Biblia. También se hacen bautizos y bendiciones a parejas (no matrimonios por la Ley) y las mujeres pueden llegar a ser sacerdotisas.
“Es que lo que se pretende es la reivindicación del hombre. Que en el amor de Dios, tanto gays como lesbianas, encuentren una vida digna. Por que si dos personas del mismo sexo se aman y crecen como personas, ¿qué problema hay?” Las palabras son de Carlos*, filósofo y miembro de la comunidad desde sus inicios.
Contra las condenas de la Biblia en torno a la homosexualidad, argumenta que Cristo jamás hizo mención al tema y dejó una sola ley para vivir: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado. Lo importante es que haya amor, nada más”, sentencia.
Universo Diverso no sólo hace liturgias. También trabaja con la comunidad LGBT que está en condición de prostitución. Quiere ofrecer alternativas de trabajo y asistencia espiritual. Otro trabajo es con las víctimas de la homofobia en Cali ya que en lo corrido de los últimos dos años, según la Fundación Santa María, se han presentado trece asesinatos de transexuales y 27 intentos de homicidio.
Son las siete de la noche y el padre Raúl da la bendición. En Universo Diverso termina la liturgia. Hombres con hombres salen tomados de las manos. Afuera se sueltan. No quieren dar de qué hablar. Es una regla de conducta entre ellos.
*Nombres cambiados.
Otras iglesias
La Catedral de la Esperanza es la iglesia gay más grande del mundo. Está ubicada en Texas, Estados Unidos, y cuenta con más de 1.500 miembros.
La Comunidad Metropolitana, ICM, de Buenos Aires, es una de las dos iglesias de Argentina que aceptan a gays, lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales como fieles. Es de origen protestante.
La Comunidad Metropolitana, ICM, de Buenos Aires, es una de las dos iglesias de Argentina que aceptan a gays, lesbianas, travestis, transexuales y bisexuales como fieles. Es de origen protestante.
En sus propias palabras
"La Iglesia condena la homosexualidad, más no al homosexual, que es un hijo de Dios. Ser homosexual no es pecado, lo es cuando el homosexual se deja llevar por estas tendencias”. Monseñor Juan Francisco Sarasti, arzobispo de Cali.
Dato clave
La Iglesia Episcopal de Colombia, en Cali, de la comunidad Anglicana, es una congregación diversa que permite la ordenación de mujeres y homosexuales como sacerdotes.
Dato clave
La Iglesia Episcopal de Colombia, en Cali, de la comunidad Anglicana, es una congregación diversa que permite la ordenación de mujeres y homosexuales como sacerdotes.
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